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Las mil y una: el deseo como resistencia a lo establecido

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Las mil y una es una película argentina de la directora Clarisa Navas, en donde se narran las historias de jóvenes con identidades disidentes que comienzan a transgredir la realidad que se les impone en pos de experimentar sus deseos. Su título hace referencia al barrio “Las mil viviendas” y a la frase popular “las mil y una” que tienen que atravesar sus protagonistas.

Los escenarios de la película se centran en la provincia de Corrientes y acompaña principalmente la historia de Iris, una joven basquetbolista tímida que se enamora de Renata, una chica un poco más grande que ella y más experimentada. Todas las escenas cuentan de una vitalidad y sensibilidad que conmueve al espectador dentro de un marco de opresión y marginalidad. 

Las imágenes no caen en lugares comunes ni invasivos. Invita a lxs espectadorxs a transitar la fragilidad de la sexualidad, los vínculos y la construcción de la identidad de lxs jóvenes de un barrio. 

Si bien el objetivo principal de la película no es convertirse en una denuncia en sí misma ni encasillarse tras una etiqueta, trae consigo la invitación a la reflexión acerca del acceso a la salud y a la información, y una vez más, a replantearnos la urgencia de la ESI como un tema central para nuestra sociedad, principalmente para niñes y adolescentes.

- ¿Amar a alguien es diferente al amor que uno siente por su familia o una amiga? Todo el tiempo me hago esa pregunta. ¿Cómo debe ser? ¿Es algo que a todo el mundo le pasa? ¿Habrá gente que no se enamoró nunca? A veces pienso que ese soy yo. Mis amigas me dicen: 'Pero vos sos re joven todavía, ya te va a pasar. Tenes que ser paciente no más'. Pero qué difícil ser paciente a este edad, en la que todo el tiempo uno está descubriendo cosas nuevas y recibiendo estímulos de todas partes y en todas las formas. ¿Cómo no querer enamorarse así?”
- ¿ Y para qué te queres enamorar?
- Para sentirme diferente… no sé.

Las mil y una

Durante casi dos horas se recorren pasillos, patios, escaleras. Da la sensación de volverse amigxs de estos personajes que, puertas adentro de sus familias son aceptados y cuidados, pero al cruzar el umbral, el mundo se vuelve hostil y violento para la exploración del deseo libremente. 

Es excelente el trabajo de fotografía y sonido que vuelve personaje con voz propia a los espacios, tan importantes como las personas que lo habitan. La euforia sexual, los silencios y las miradas se vuelven lenguaje para hablar sobre los prejuicios y la violencia social. 

Otra cuestión que atraviesa toda la trama es el impacto que tienen los estímulos tecnológicos, la mensajería instantánea, las redes y la pornografia virtual, generando un desamparo que atraviesa a toda la adolescencia y se profundiza en los sectores más vulnerables. 

Sin dudas, es la excusa perfecta para ver cine nacional, apoyar al sector cinematográfico, nutrirnos de nuevas miradas y fomentar el cine de autor. Las mil y una ya participó de festivales como los de Berlín, San Sebastián, Mar del Plata y Valdivia y, luego de un primer lanzamiento en las plataformas de CineAr, se puede encontrar también en Netflix. 

Ficha técnica 

Es una coproducción Argentina Alemana del año 2020. Auténtika Films, Varsovia Films.

Guión y dirección: Clarisa Navas. 

Elenco: Sofía Cabrera, Ana Carolina García, Mauricio Vila, Luis Molina y Marianela Iglesia. Fotografía: Armin Marchesini Weihmuller. 

Música: Claudio Juarez, Desdel Barro (Hiedrah). 

Edición: Florencia Gómez García. 

Dirección de arte: Lucas Koziarski. 

Sonido: Mercedes Gaviria Jaramillo. 

Producción: Diego Dubcovsky y Lucía Chávarri. 

Apta para mayores de 16 años. 

Duración: 120 minutos.


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